La irrupción del teletrabajo no implica sólo una nueva forma de trabajar a distancia, sino que también conlleva el desarrollo de una nueva cultura de trabajo en el contexto de un nuevo marco legal. Éstos definirán los necesarios límites y serán los gatilladores de acuerdos para generar lugares de trabajo basados en el respeto, promoviendo relaciones laborales sanas y libres de situaciones de acoso.