Net-Zero Emissions o Cero Emisiones Netas, es un objetivo que se refiere a alcanzar un balance entre las emisiones de gases de efecto invernadero hacia la atmósfera y a las emisiones que se retiran, principalmente por la acción de los bosques, los océanos y tecnologías de captura. Esta meta ha sido establecida por la ONU para el año 2050 y persigue no sobrepasar en 1.5ºC el aumento de la temperatura del planeta, contado a partir de 1750, tal como lo establece el Acuerdo de París.

Ante la urgencia climática se hace un imperativo que tanto las estrategias de los estados como del sector privado avancen a través de compromisos que se basen en la evidencia científica. Dentro de estas estrategias se construirán hojas de ruta para la reducción de las emisiones asociadas al consumo de energías basadas en combustibles fósiles y para el escalamiento de las soluciones para la remoción de carbono. En estas hojas se incluyen la industria, el comercio, el transporte, la energía, el sector financiero y el agroalimentario, entre otros, y buscan de manera colectiva movilizar una gran cantidad de empresas y ciudades en la carrera hacia cero emisiones netas para evitar los riesgos e impactos más extremos del cambio climático.

Este compromiso empresarial, que debe extenderse más allá de los bienes y servicios innovadores que las empresas pueden ofrecer a los mercados, demuestra por una parte, que el sector privado está particularmente bien posicionado para ofrecer soluciones costo-efectivas y a escala, y que éstas se pueden medir y controlar con base científica, y, por otra parte, que se están produciendo conversaciones, acuerdos y coaliciones globales que elevan significativamente el estándar de estas iniciativas de cambio sistémico que impulsa la transformación.