Jaime Mañalich fue ministro de Salud en dos oportunidades, ambos durante los gobiernos de Sebastián Piñera.

La segunda vez que lideró la cartera de salud fue al inicio de la pandemia del COVID-19. En ese momento, fue el primer entrevistado del ciclo “En Persona”.

En dicha conversación, el ex ministro señaló que la pandemia sería un cambio de paradigma y que cambiaría completamente a la población.

A tres años de esa entrevista, Mañalich conversó este domingo 18 de junio con Cristián Warnken sobre los efectos de la pandemia, la gestión del gobierno frente al virus sincicial y los modelos de salud de diversos países.

Los efectos de la pandemia

Las cuarentenas en los sectores más pobres de la población y el cierre de los colegios son las medidas que el exministro considera las más duras durante la pandemia.

No obstante, en los efectos que se ven hasta hoy, destaca una en particular:

“La externalidad negativa más grave de la pandemia es el daño a la educación”.

Asimismo, se lamenta que a pesar de todo lo vivido como humanidad, la cultura no haya cambiado.

“Somos mucho más pobres, hemos perdido tiempo de educación, tenemos mucha más inequidad, el egoísmo de los países ricos frente a los más pobres se hizo latente en la lucha por las vacunas y los respiradores”.

La crisis por el virus sincicial

“Los niños prematuros tienen diez veces más posibilidades de morir por virus sincicial”, explicó, en comparación con los que tuvieron nueve meses de gestación.

Si bien el virus ha mutado dando origen a dos tipos de sincicial, detalla que las características clínicas entre sí son muy similares.

“Este año la circulación del virus sincicial es diez veces mayor que en los años pre pandemia […] Las Unidades de Tratamiento Intensivo pediátrico, en dos semanas, han subido de 700 a 1.300. Es un número brutal”.

Con estas cifras, el peak de contagios sería en julio, si es que no se toman medidas pronto, señaló.

No obstante, una de las medidas recién establecidas por el Ministerio de Salud es el uso obligatorio de mascarillas en niños y niñas mayores de cinco años en los colegios.

A pesar de su anuncio, para el exministro, esta disposición no tiene sentido si los adultos con los que viven no tienen que usarlas.

En este escenario, la influenza también entra al ruedo.

“Es de extrema urgencia que las personas mayores de 60 años se vacunen hoy contra el COVID con la vacuna bivalente y contra la influenza”, afirmó.