«Tuve la suerte y la bendición de nacer en una familia que exige y me obliga a tratar de devolverle la mano al país en lo que pueda», apuntó el abogado Felipe Irarrázabal al conversar con Cristián Warnken.
El diálogo se produjo el domingo 22 de enero durante la transmisión del capítulo 40 de la cuarta temporada de nuestro ciclo En Persona.
En dicho espacio, el director del Centro de Competencia de la Universidad Adolfo Ibáñez resaltó que su casa fue un lugar de puertas abiertas donde convivió con personas de pensamientos distintos en «una época complicada y gris».
Además, manifestó su admiración por Bob Dylan, a quien considera un personaje «irónico» y cuya inteligencia le permitió «entender lo que estaba pasando y explicarlo en canciones».
Sobre historia, derecho, economía, libre competencia y su paso por la Fiscalía Nacional Económica nos habló Irarrázabal en esta edición de nuestro ciclo de conversaciones sobre la vida, el país y el futuro.
Los contrapesos entre privados y Estado
Irarrázabal ha dedicado una parte importante de su carrera como abogado al estudio y el ejercicio de la libre competencia.
En ese sentido, define esta área del derecho como una rama moderna que «toma prestadas cosas de ramas más antiguas».
A su vez, explicó que lo que le hizo hacer clic con dicha área fue el tema de los contrapesos.
«Es el mundo privado quien provee bienes y servicios bajo unas reglas determinadas, pero se necesita un Estado fuerte que tiene la obligación de contar con una agencia que persiga a los privados que infringen las normas», detalló.
Por otro lado, contó que su pasó por Stanford le permitió conocer más sobre la historia de nuestra libre competencia.
«Revisé documentos y actas del Congreso en distintos puntos de nuestra historia […] Fue como ponerme unos anteojos que me permitieron ver las cosas con una sensibilidad distinta», enfatizó.
La sofisticación de la colusión y cómo enfrentarla
El letrado también ahondó en su paso por la Fiscalía Nacional Económica durante «un momento histórico bastante particular».
Irarrázabal hizo referencia a investigaciones como el Caso Pollos y explicó que hubo una seguidilla de ellas, ya que muchas empresas se estaban ajustando a los nuevos marcos legales en materia de competencia.
En ese orden, el director del CeCo UAI aseveró que la colusión es un problema mundial que siempre existirá y que se ha ido sofisticando.
«Es una ecuación: Por un lado están los beneficios y del otro lado está el peor escenario multiplicado por las posibilidades de que ese peor escenario ocurra […] Uno como autoridad tiene que hacer que en esa fórmula el número del peor escenario sea mayor que el del beneficio para que se inhiban de hacer infracciones», expresó.
En otro orden, Irarrázabal señaló que el proyecto de nueva Constitución que se rechazó en septiembre «era muy infantil» en materia económica.
«Lo encontré interesante políticamente, pero la parte jurídica era un infierno […] En este momento, con el texto aprobado, estaríamos muy complicados en libre competencia y toda regulación económica», puntualizó.