María José Navia ha dedicado una parte importante de su vida a escribir, pero sobre todo a leer.
De hecho, ella se siente más lectora que escritora, aunque esta última sea su profesión.
En sus palabras, está donde está y ha escrito lo que ha escrito por los libros leídos.
«Esa ola de libros leídos es lo que me ha llevado a escribir», contó durante el capítulo 37 de la cuarta temporada de nuestro ciclo En Persona.
Dicho episodio se transmitió el domingo 18 de diciembre a través de ICARE TV.
En la conversación sostenida con Cristián Warnken, Navia ahondó en su pasión por la literatura, en sus motivaciones a la hora de escribir, su amor por los cuentos, la coordinación de clubes de lectura y el hashtag #366escritoras que impulsó a través de Twitter.
Las dimensiones de la literatura y el gozo de escribir
«Escribir es gozo, la literatura es felicidad», afirmó Navia, refiriéndose a lo que representa para ella leer y contar historias.
«Los escritores son personas a las que la realidad no les basta», añadió.
Asimismo, rememoró sus inicios en la escritura y cómo nació la pasión por los libros durante su infancia.
«Yo quería escribir desde muy chica porque mi abuelo era muy feliz leyendo, entonces yo quería escribir libros para él», apuntó.
A su vez, resaltó que la lectura muchas veces es percibida como «un acto solitario», pero es una práctica que nación desde lo colectivo.
Navia detalló que fue a partir del siglo XIX que esa idea de leer solos y en silencio tomó fuerza en la sociedad.
«Me parece que la lectura tiene esas dos dimensiones [la colectiva y la solitaria] y es muy valioso que esté volviendo a ser un acto de comunidad», aseveró.
Además, señaló que esta dimensión colectiva de la lectura se potenció durante la pandemia, a pesar del aislamiento vivido tras la irrupción del Covid-19.
A propósito de los clubes de lectura a los que pertenece, valoró cómo la tecnología e Internet permite que estas comunidades se conecten desde diferentes lugares y ciudades.
«La literatura infantil me ha traído mucha felicidad»
Por otro lado, Navia también se refirió al libro El mapa secreto de las cosas, su primera obra de literatura infantojuvenil.
Desde su mirada, tanto la literatura para adultos como la literatura para niños y jóvenes «son mundos que se pueden disfrutar», pero el contacto con el público infantil es algo que «me ha traído mucha felicidad».
«Aprendí mucho porque es un libro que nunca pensé que iba a publicar […] Ese escribir, sin pensar si se iba a publicar o no, fue muy liberador. La literatura infantil me permitió tomar riesgos, espero volver y que aparezca otra historia», puntualizó.