De forma atípica, la política llegó a la vida de Carolina Tohá y se volvió parte de su cotidianidad.
Diversos acontecimientos, entre ellos el asesinato de su padre, José Tohá, hicieron que la política condujera su destino.
«Yo no me metí en política, la política se metió conmigo», afirmó durante el decimonoveno capítulo de la cuarta temporada de En Persona.
Este episodio se emitió el domingo 24 de julio a través de ICARE TV.
Durante la conversación con Cristián Warnken, la exalcaldesa de Santiago abordó diversos temas de interés nacional y ahondó en diferentes aspectos de su vida personal y de su trayectoria política.
Además, dio a conocer su mirada sobre el proceso constituyente y el texto que será plebiscitado el 4 de septiembre.
Asimismo, destacó la importancia de la construcción de mayorías, rememoró parte de su vida en el exilio y resaltó la relevancia de proteger la democracia y los derechos humanos.
Los fantasmas de cada generación política
Tohá señaló que las distintas generaciones de la izquierda chilena tienen «sus luces, sus historias y sus propios fantasmas».
«Mi generación peleó contra el fantasma de la ruptura democrática, una sociedad que, cuando se tensiona, termina con unos peleándose con otros y viéndose como enemigos que hay que destruir», explicó.
Por otro lado, la generación del Frente Amplio «lucha contra el fantasma del inmovilismo y el minimalismo político».
En ese sentido, aseveró que hay aprendizajes que son para siempre y no son exclusivos de la sociedad que los vivió.
Entre ellos, Tohá recalcó que la democracia y los derechos humanos deben ser valorados siempre, sin importar si se está «en el lado de los ganadores o de los perdedores».
Un error que por enmendar
La exministra de Estado también hizo una ponderación de los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.
Al respecto, manifestó que nunca ha logrado leer «la torpeza política» de contraponer ambos procesos.
«Hay un equívoco muy grande, con responsabilidades compartidas, en la manera en que nuestro sector político procesó todo el tránsito desde la presidencia de Lagos el primer mandato de Bachelet», afirmó.
Desde su visión, ambos procesos son parte de una misma evolución y de continuidades muy importantes.
«El liderazgo de Bachelet era una respuesta a lo que le faltaba al liderazgo de Lagos», añadió.
Tohá apuntó que el gran desafío del periodo de Lagos fue «mostrar capacidad para gobernar».
«Incluso se puso en duda que ese gobierno pudiera terminar», agregó.
Por otra parte, el primer gobierno de Bachelet «llegó con otros énfasis» y puso sobre la mesa «la necesidad de renovación».
«[Contraponer ambos periodos] es un error que hemos pagado muy caro. Es importante que lo empecemos a reconocer y a enmendar», expresó.
Apruebo y Rechazo, dos opciones mejorables
Sobre el proceso constituyente y el plebiscito del próximo 4 de septiembre, Tohá aseguró que ambas opciones, Apruebo y Rechazo, «son mejorables y hay que hacerle ajustes».
Sin embargo, son caminos diferentes y que no son simétricos.
«El camino del Apruebo nos lleva a una Constitución gestada en democracia, con avances muy importantes que han sido perseguidos por nuestro sector por décadas», dijo.
El otro camino, el del Rechazo, «nos hace mantener vigente la Constitución de 80, mantener vigente su programa y empezar el proceso desde cero. Nos hace llegar a los 50 años del Golpe de Estado con la Constitución de Pinochet vigente y Chile no se merece eso».