Reportaje elaborado y publicado originalmente en Revista Capital.
53% de las empresas chilenas ha tenido casos de acoso laboral, y 37% de acoso sexual en los últimos cinco años. Son parte de las conclusiones de la reciente encuesta que realizó ICARE en conjunto con la Fundación Chile Mujeres. Las cifras son inquietantes, dicen sus socios, pero lo más preocupante, agregan: «Es que comprobamos que no se está haciendo nada por evitar estas situaciones».
Sebastián y Lucía se conocieron en la comida de fin de año del banco donde ambos trabajaban. Él tenía 40 y pertenecía a la gerencia de Finanzas, ella de 36, era parte del equipo de Seguros. Comenzaron una relación que se extendió por cerca de dos años, hasta que la mujer decidió terminar. Él no se tomó bien el quiebre y comenzó a enviarle mensajes insistentes para que se vieran, para que volvieran. Ella dejó de responder, por lo que Sebastián, un día, al ver que Lucía estaba en una sala de reuniones sola, le bloqueó la salida.
‘No te vas hasta que arreglemos esto’, le dijo.
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En noviembre de 2018 Icare organizó una mesa redonda para tratar el tema del acoso laboral y sexual en la empresa. Una de las expositoras fue Francisca Jünemann, presidenta de la Fundación ChileMujeres. Ahí, Icare hizo una encuesta espontánea a los asistentes, la mayoría gerentes de empresas grandes. «¿En sus compañías hay casos de abuso laboral y sexual? ¿Están haciendo algo para prevenirlo?», se les preguntó entonces. La respuesta de la primera pregunta fue, en general, afirmativa. Mientras que la de la segunda, negativa. «No se está haciendo lo suficiente para prevenir estas situaciones», afirma la abogada.
Entonces decidió hacer una investigación concreta sobre este asunto. «Teníamos la hipótesis, pero no el resultado empírico ni el análisis. En Chile el tema del acoso laboral y sexual no se estaba tratando públicamente. Es un asunto difícil, que cae mal», asegura. Y agrega: «Las estadísticas que manejábamos son aquellas que llegaban a la Inspección del Trabajo, entidad que recibe las acusaciones cuando la empresa no responde. Pero las primeras responsables de investigar, tomar medidas y sancionar, son las compañías. Y en Chile no estaban los datos de qué es lo que está pasando dentro de ellas».
Hace dos meses, la organización que ella lidera en conjunto con Icare realizó una encuesta a empresas socias de esa entidad para tratar el tema. Los que respondieron son los gerentes que están a cargo de resolver estos conflictos (por lo general Recursos Humanos) y las principales conclusiones son que el 53% de las compañías ha tenido casos de acoso laboral, y 37% acoso sexual en los últimos cinco años. Las víctimas, en ambos casos, son más mujeres que hombres.
«Teníamos la idea de que esto sucedía, pero comprobarlo, es otra cosa», asegura Francisca. Y agrega: «lo más preocupante de todo, es que comprobamos que no se está haciendo lo suficiente y en algunas empresas muy poco por evitar esta situaciones», relata.
Esto porque si bien el 85% de las empresas cuenta con canales de denuncias de acoso laboral y sexual y en el 89% de ellas son conocidos por todas las personas de la organización, sólo el 44% realiza charlas o acciones de capacitación para prevenirlos. «Es preocupante, porque los talleres son clave para prevenir. Es la única forma de transmitir la cultura de ausencia de acoso: qué actos constituyen acoso laboral, sexual, cómo se va a tratar en la empresa y cómo la ley te castiga», dice Francisca.
Por su parte, el 77% de las empresas no considera indicadores de riesgo de acoso en los procesos de selección de personas. «Una persona pudo haber sido despedida por acoso y ni siquiera se investiga eso antes de contratar a alguien. No está en nuestra mentalidad. Se evalúan capacidades, pero no antecedentes tan graves corno ese», agrega la abogada.
Para Claudio Muñoz, presidente de Icare, «la creciente participación de la mujer en la empresa de hoy genera temas como la necesidad de generar protocolos que garanticen una relación de respeto entre hombres y mujeres, para que nadie sienta que el mundo del trabajo es un lugar incómodo o de tensiones».
En ese marco, explica que el tema del abuso «es parte de los debates emergentes en el mundo de la empresa». «Este estudio busca profundizar en esta realidad, pero con el propósito de poner el acento en los cambios que se requieren en la cultura laboral para cautelar la dignidad de todos. Es un tema importante y contemporáneo», agrega.
Brazos cruzados
«La mitad de los directorios se quedan de brazos cruzados», dice Francisca Jünemann. La encuesta señala que el 48% de los directorios de las empresas no ha solicitado medidas concretas para prevenir o sancionar debidamente el acoso laboral y sexual. «Todos estos temas humanos, son asuntos que los directorios ya no pueden dejar de poner sobre la mesa. Y esta encuesta demuestra que la mitad, no los pone. Son temas que deben nacer en el directorio. Es la única forma de generar acciones sistemáticas que tiendan a disminuir y ojalá erradicar cualquier tipo de acoso en la organización», agrega. Maximiliano Fontanet, socio del Centro de Prevención, Asesoría y Resolución, organismo especializado en resolver temas de acoso laboral y sexual.
Francisca complementa: «Es preocupante que la mitad de los directorios ni siquiera ha puesto sobre la mesa este tema que no solo deja un daño en las personas, cicatrices que pueden durar toda la vida, sino que además, tiene consecuencias financieras graves para la organización». Por ejemplo, dice, está el caso de Google donde los trabajadores de todo el mundo dejaron sus puestos por un día porque a una persona se la despidió, pero indemnizó con 100 millones de dólares o Uber donde los mismos accionistas pidieron que el fundador dejara la empresa.
«Entendemos que en esta materia las organizaciones deben enfrentar un cambio cultural y facilitar el tránsito a nuevas formas, trato y costumbres», dice Claudio Muñoz. Y explica que para enfrentar este desafío, Icare está trabajando en conjunto a ChileMujeres «para ofrecer un servicio a las empresas para instalar modelos de prevención, capacitación, canales de denuncia y apoyo procesal de casos».