José Joaquín Brunner se define como alguien que ha dedicado parte de su vida al estudio de la universidad.
Hoy, en medio de estos tiempos de pandemia y cuarentena, quién mejor que él para conversar acerca de la importancia de la educación.
El académico de la Universidad Diego Portales fue el invitado del cuarto programa de la segunda temporada de En Persona.
Como cada domingo, el espacio, emitido a través de ICARE TV y Emol, fue conducido por el escritor Cristián Warnken.
Entre otras cosas, junto a Brunner pudimos abordar las grandes preguntas que plantea la situación global al sistema educativo.
«Cada momento histórico tiene el tipo de toma que se merece»
El exministro de Estado dio su punto de vista sobre diferentes temas que desprenden de la discusión educativa.
En ese sentido, Brunner se refirió al asunto de las tomas como un llamado de atención a la institución y al entorno social.
A su vez, recalcó que no se pueden comparar las tomas de su época con las de ahora, ya que el «el clima cultural es totalmente distinto».
«Cada momento histórico tiene el tipo de toma que se merece. Ese clima de los 60 ya no es reproducible».
Asimismo, se refirió a los movimientos estudiantiles y destacó que «actualmente todo ocurre más rápido».
«Son jóvenes rebeldes antes y ahora, pero puestos en condiciones culturales distintas», agregó.
El capitalismo y el mercado
Por otro lado, Brunner también ofreció su mirada sobre el mercado y el capitalismo.
El académico afirmó que en ocasiones se desespera con «la superficialidad con la que se habla del mercado» en los debates políticos de Chile.
Al mismo tiempo, explicó que el mercado es una esfera autocontenida de la sociedad que tiene la capacidad de penetrar otras esferas.
Asimismo, señaló que el capitalismo ha demostrado tener «una capacidad transformadora enorme».
No obstante, resaltó que debe existir un sistema como la democracia que «haga posible que la sociedad tenga mecanismos para contener esa fuerza«.
«La idea de una democracia reflexiva y con mayores grados de participación es lo único que puede salvar al capitalismo de su fuerza fáustica», puntualizó.