
23 de abril 2025
PrensaOriginalmente publicado en El País.
Holger Paulmann (Temuco, 55 años), presidente del Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas (Icare), está convencido de que Chile debe “cambiar la receta” para salir del estancamiento económico. “Chile está en un potencial punto de inflexión. En los últimos 20 años se pensó que quizás crecimos suficiente y que debíamos, como sociedad, darle más prioridad a la distribución”, dijo en una entrevista con EL PAÍS.
Es ingeniero comercial, presidente ejecutivo de Sky Airlines y miembro de una casta familiar de empresarios chilenos. Su tío era Horst Paulmann, fundador de Cencosud, la empresa minorista más grande de Sudamérica, que falleció a los 89 años el pasado 11 de marzo en Alemania. “Mi viejo [padre, Jürgen] y mi tío no lograron ir a la universidad, pero desarrollaron empresas y eso es una señal potente de que la educación es importante, pero no una condición para emprender”, destaca.
Esta conversación se desarrolló en una oficina de Icare, en el oriente de Santiago, unos días antes de que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, decidiera congelar de manera indefinida un proyecto de reforma de impuesto a la renta ante la escalada de la guerra arancelaria de Donald Trump. Pero Paulmann ya adelanta que es una “buena noticia” dejar de lado esta iniciativa gubernamental, aunque no será suficiente para una recuperación de la actividad económica. “Hay que ser más agresivos en plantear una nueva estructura tributaria que sea más competitiva. El promedio de impuestos corporativos en los países europeos es un 21,5%, y en Chile se hablaba de bajarlos del 27 al 23%. Seguimos por encima de las naciones desarrolladas”.
Respuesta. Puede tener un impacto, sobre todo porque la economía chilena no está creciendo mucho –nuestro PIB está por debajo del promedio mundial– y además es muy dependiente del comercio internacional. Hoy, con mayor razón los sectores público y privado deben tomar todo tipo de medidas para fomentar el crecimiento. Hay consenso de que en Chile el crecimiento es prioritario, pero todavía seguimos empujando las mismas leyes de antes.
R. Si logramos hacer que los sectores público y privado unan sus fuerzas y empujemos un mayor crecimiento, podemos alcanzar sin ningún problema tasas del 5%.
R. A las malas políticas públicas. Necesitamos que los reguladores cambien el foco y le pongan el filtro del crecimiento a todas las leyes que sean aprobadas. Ese es un tema que debiera estar en la agenda de todos los candidatos que quieran ser presidentes, porque el crecimiento ya pasó a ser una prioridad de la ciudadanía. El estancamiento no permitirá que los sueldos de las personas puedan subir y el gasto público tampoco.
Luego empieza la frustración de que la gente quiere más gasto social y no hay más recursos. Eso es lo que nos está pasando en este momento: no hay más recursos para seguir financiando el gasto social.
R. Sí, es como llegar a la casa y decirles a los niños: “Tenemos que dejar de gastar en algunas cosas”. Tenemos que dejar de gastar y llegar a un acuerdo de que, al menos, durante los próximos 10 o 20 años nuestro gasto crezca menos que el ingreso fiscal con el objetivo de bajar el nivel de deuda.
R. Es una tarea muy desafiante. El ministro Marcel, en todo este Gobierno, ha tenido que decidir dejar de gastar en algunos asuntos. Lamentablemente, se ha dejado de gastar en seguridad y otros aspectos que para la sociedad son realmente importante. Empatizo con el ministro en la dificultad. Mientras no recuperemos la capacidad de crecer, no podremos agrandar la torta del gasto fiscal.
Tenemos como prioridad restringir nuestro gasto fiscal, no podemos seguir creciendo en empleo fiscal. Incluso, debemos tratar de achicar la cantidad de personas que trabajan para el Estado. En Chile trabajan más personas para el Estado que para cualquier empresa.
R. Me habría encantado que sea el Gobierno que sentó las bases para que Chile pueda volver a crecer en forma ambiciosa y sostenible. Pero lamentablemente ese no ha sido el foco. No necesitamos que este Gobierno crezca, sino que ponga las bases para que Chile lo vuelva a hacer en forma sostenible.
R. A Chile no le conviene estar saltando de un extremo a otro porque eso genera más incertidumbre. Lo que el inversionista busca es un entorno más estable, pero que haya facilidades para desarrollar negocios.
R. El que exista un acuerdo entre una empresa privada y el Estado es una señal muy positiva. No creo que sea muy positivo empezar a cuestionarse todos los acuerdos que fueron firmados hace poco, a menos que sea con la conciencia de que no tenga un impacto negativo en el crecimiento.
R. La falta de confianza, de diálogo, y eso ha evitado que podamos tener conciencia de algunas políticas públicas que al final están teniendo un efecto colateral no deseado. Muchas de las políticas públicas que se han empujado en los últimos años le han puesto más dificultades al país para crecer en forma ambiciosa.
R. La reforma de pensiones tiene un efecto negativo en el crecimiento para adelante. No estoy en contra, era necesaria. Todos entendemos que tenía que haber mejoras, a pesar de que los estudios públicos de la región dicen que el sistema previsional de Chile sigue siendo el mejor de toda Latinoamérica. Pero llegamos a un consenso de que queríamos mejorar las pensiones. No obstante, le estamos cargando la mano al sector más formal y esto, por más que sea un sistema de pensiones privado, termina siendo una especie de impuestos porque pagan el empleador y el empleado formalizado. Ahora, lo que debemos lograr es que el sistema sea lo más competitivo posible.