Son vagos los recuerdos que Sergio Muñoz Riveros conserva de su padre biológico, ausente en su vida desde muy pequeño.
Con los años, y ante la constante necesidad de llenar ese vacío, encuentra en el Partido Comunista una figura paterna.
“Elegí un padre bastante autoritario y mandón”, resaltó en la conversación sostenida con Cristián Warnken, durante el cuarto capítulo de la tercera temporada del ciclo En Persona.
Muñoz Riveros fue el invitado del capítulo emitido el domingo 17 de octubre a través de ICARE TV.
Además abordó diferentes temas de actualidad nacional y ahondó en los matices históricos de su trayectoria.
El origen de las incomprensiones actuales
El escritor contó, entre otras cosas, cómo fue su ingreso a las Juventudes Comunistas, momento que recuerda como un bautizo.
“El ingreso a las filas comunistas era un momento especial, porque uno se incorporaba a un colectivo que tenía una fraternidad muy intensa”, señaló el autor de Estado de alerta. Entre el miedo y la esperanza.
Precisamente, en dicha obra Muñoz Riveros detalla por qué se hizo comunista y, también por qué dejó de serlo.
“Esto está conectado con lo que le pasaba al país y al mundo”, agregó, a propósito de su salida del PC tras casi 25 años.
Asimismo, dio a conocer su mirada sobre el gobierno de Salvador Allende y los acontecimientos de septiembre de 1973.
El también columnista recalcó que la izquierda no sacó “las conclusiones debidas en el terreno económico, político y cultural de la experiencia fracasada de Allende”.
“Es la génesis de muchas incomprensiones de hoy […] Las nuevas generaciones del mundo de la izquierda todavía tienen confusión sobre cuál es la vía del progreso”, añadió.
Los peligros del fanatismo para la democracia
A su vez, el analista político enfatizó que hay una gran diferencia entre el PC de antes y el actual.
“Conserva el nombre, pero hoy aparece como una fuerza asociada al chavismo y al castrismo”, aseveró.
En ese orden, se refirió al triunfo de Gabriel Boric sobre Daniel Jadue en las primarias del pacto Apruebo Dignidad y resaltó que se trató de un acontecimiento revelador.
No obstante, apuntó que “la candidatura le cayó encima a Boric por ciertas circunstancia” y no lo ve capacitado para ser Jefe de Estado.
Por otro lado, destacó la importancia de desarrollar una cultura democrática y de diálogo.
En ese sentido, advirtió sobre los peligros del fanatismo y de acercar a personalidades polarizantes al poder.
“El fanatismo es una visión maniqueísta de la vida y de la realidad que conduce a enormes calamidades […] Tenemos que tratar de que los fanáticos no conquisten posiciones de poder”, puntualizó.