El gerente de Personas, Comunicaciones y Asuntos Corporativos de Caja Los Andes, Cristián Pizarro, participó en el encuentro: “¿Cómo abordar el acoso laboral? Apreciación de la diversidad y el respeto mutuo”, organizada por el Círculo de Personas y Organización de ICARE.
En su charla habló sobre las principales aristas que hay que considerar al tratar el acoso, a quiénes daña principalmente y dónde hay que enfocarse para erradicarlo.
Un tema cultural
“El problema o el tema del acoso en las empresas no es solo un tema de hombres contra mujeres. Es un tema que atraviesa transversalmente a toda la organización”, dijo el Gerente de Caja Los Andes, empresa donde el 60% de los cargos están ocupados por mujeres y donde con los años ha habido una reducción significativa en los casos de acoso, según presentó Cristián.
Aunque lamentablemente la problemática sigue existiendo, Pizarro estableció que sí hay maneras en que ha ido mutando, además que hay más formas de acoso de las que se reconocen de manera tradicional. Sin embargo, lo que ha cambiado es cómo lo sancionamos, prevenimos y mitigamos, señaló el gerente.
“Creo que a comienzos de los 90s hablábamos de los temas de acoso en forma mucho más tímida, mientras que hoy se habla de manera más explícita”, agregó Cristián.
“El arma más letal”
Así es como entienden el acoso en Caja Los Andes, enfatizó Pizarro, principalmente porque atenta contra dos cosas fundamentales: las garantías de los trabajadores y la estrategia de la empresa.
“Esos dos bienes jurídicos son aquellos que se ven lesionados gravemente cuando las personas que formamos parte de una organización incurrimos en cualquier forma de acoso. Le hacemos daño a las personas que trabajan con nosotros, nos hacemos un daño y también dañamos a la estrategia de la compañía”, afirmó.
Ejecutivos, gerentes, jefaturas, trabajadores, sindicatos… Toda una gama son quienes están en las organizaciones, pero el gerente reiteró que “antes de su condición de trabajadores, primero somos personas y eso es lo que tenemos que procurar respetar al interior de las compañías”.
Desafío del liderazgo
¿Cómo se construye una cultura de respeto? Pizarro compartió que con un compromiso desde la más alta dirección que debe ser consagrado y declarado en un código de buenas prácticas y conductas, manuales, reglamentos, etc. “Si esto no forma parte del relato corporativo, no existe”, enfatizó.
¿Y por qué es tan importante? Porque atenta contra la estrategia constitucional, ya que todas las empresas están detrás de una cultura colaborativa. “El acoso no solo daña a las personas, daña equipos completos”, dijo.
Colaboradores felices
Pizarro se refirió a que ya hemos aprendido que la empresa debe tener un vínculo indisoluble entre la ética corporativa y su propósito. “Tenemos que hacer con los trabajadores lo que haríamos con los clientes. A los clientes los tenemos en un pedestal. A los trabajadores también tenemos que tenerlos en otro pedestal y de la misma altura”.
Después de todo, no se tiene clientes felices, contentos y satisfechos si no se tiene primero colaboradores contentos y conformes, señaló Cristián al cierre.
En el video inferior puedes ver su charla completa y descargar su PPT aquí.