Felipe Harboe siente una especial admiración por Winston Churchill.
Desde su mirada, la política actual necesita un Churchill; alguien que dé especial relevancia a la defensa de sus valores.
«Faltan personas que enfrenten a sus estructuras de confort en función de defender sus principios», agregó.
Harboe, convencional constituyente por el Distrito 19, fue el invitado del décimo capítulo de la cuarta temporada de En Persona.
Dicho episodio se emitió en vivo el domingo 22 de mayo a través de ICARE TV.
Junto a Cristián Warnken, conductor de este espacio, Harboe se refirió a distintos temas y dio su mirada sobre la evolución del liderazgo político y la crisis de los partidos en Chile, habló sobre el incremento de la violencia en el país, la experiencia de trabajar junto al expresidente Ricardo Lagos y valoró la labor de la Convención Constitucional.
«Un discurso populista se tomó las bases de la política»
Falta de convicciones e individualismo; para el exsenador estos dos elementos causaron un gran daño a la actividad política nacional.
Asimismo, destacó que la clase política no defendió lo que se hizo para recuperar al país tras la dictadura.
«El temor reverencial al qué dirán de las redes sociales permitió que un discurso populista se tomara las bases de la política y se instaló una visión negativa de lo hecho», añadió.
Desde su mirada, un verdadero liderazgo político debe estar dispuesto a asumir costos y hacer frente a la impopularidad.
«Un liderazgo político debe mostrar un camino a su sociedad, pero también el fundamento de ese camino», recalcó.
A su vez, apuntó que «los partidos se fueron acomodando en estructuras de poder» y perdieron representación social.
En ese sentido, manifestó que «una democracia sin partidos políticos es una democracia muy débil».
«La Convención no confía ni en los políticos de hoy, ni en los de mañana»
Ser parte de la Convención ha sido «un proceso enriquecedor», contó Harboe.
Para él, uno de los grandes desafíos fue «asumir que esto es más razón que emoción«.
A pesar de ciertas dificultades, valoró positivamente el haber logrado conformar «un grupo de personas razonables» que votó a favor de las mejores iniciativas para el país, independientemente de quien las propusiera.
Además, afirmó que esperaba un firme apoyo a una constitución «de principios y valores» y no a una «extremadamente reglamentaria».
«¿Por qué es tan larga y reglamentaria? No tengo dudas, es por la desconfianza que siente una gran mayoría de la Convención respecto a la política», aseveró.
Harboe señaló que esa desconfianza «en los políticos de hoy y de mañana» llevó a la Convención a «dejar todo puesto en la Constitución».
«Si la Constitución del 80 dejó instalado un modelo determinado, esta Constitución dejará instalado un modelo determinado», puntualizó.