En el hogar de José Antonio Kast se hablaba poco de política.
Sin embargo, sus padres «eran personas que estaban comprometidas con el devenir de lo que estaba pasando en Chile«.
«La pasaron mal durante la época de la Unidad Popular», contó en el decimoctavo programa del ciclo En Persona.
Durante la conversación sostenida con Cristián Warnken, conductor de este espacio, el presidente del Partido Republicano de Chile resaltó la relevancia que tuvo su familia en su historia política.
Kast, el menor de diez hermanos, señaló que creció en un ambiente de emprendimiento y con «una impronta social relevante» debido a sus padres.
Además, definió a Miguel Kast como «el más brillante de sus hermanos»; alegre, vivaz y entretenido.
«Tenía facilidad para relacionarse e inteligencia práctica de aterrizar las cosas», añadió.
«Se perdieron las convicciones en la UDI»
El político detalló parte de su educación, ahondando en esa etapa universitaria que amplió su vocación política.
«Conocí gente, era un mundo totalmente distinto a esa burbuja que tenía en el colegio», aseguró.
En la Facultad de Derecho de la Universidad Católica tuvo la oportunidad de conocer, compartir y discutir con personalidades como Gonzalo Rojas y Jaime Guzmán.
Además, contó cómo se involucró en el gremialismo y, posteriormente, su vinculación a la Unión Demócrata Independiente.
«Por mucho tiempo allí [en la UDI] estuvieron mis amores», expresó, para luego relatar el porqué de su salida.
«Cuando no pude tener la convicción de que mi hijo militara en el partido en el cual yo había militado durante 20 años, me salí […] Se perdieron las convicciones en la UDI«.
Por otro lado, narró cómo nació Acción Republicana, movimiento que luego dio paso al Partido Republicano.
«Queríamos ser un movimiento que pudiera influir transversalmente en todos los partidos de derecha […] Creemos en la democracia, en la separación de poderes, en la institucionalidad, en principios sólidos como el valor de la vida, la familia y el respeto».
«El 18-O fue la antesala a una especie de revolución»
Kast aseveró que Chile necesita «una modernización del Estado urgente».
No obstante, señaló que el Gobierno «no tiene carácter ni voluntad» para llevarla a cabo.
«El Gobierno se han entrampado en una cosa de grandes acuerdos políticos cuando los acuerdos quedaron en el pasado», manifestó.
«Aylwin, Valdés o Boeninger eran grandes personas con las cuales podías tener acuerdos serios; hoy día tenemos al Frente Amplio y al Partido Comunista y ellos no quieren acuerdos», enfatizó.
En referencia a los acontecimientos de octubre del año pasado, Kast resaltó que fue a raíz de una indignación «generada por políticos que cerraron los ojos» ante temas como la mala gestión de la salud pública, el transporte y la educación.
«Los mismos políticos que dicen estar jugados por la gente no les solucionan los problemas», agregó.
Asimismo, apuntó que el vaso de Chile está medio lleno y para llenarlo hay que enfrentar «los visos de corrupción que impiden el desarrollo».
A su vez, destacó que la violencia que se vivió en Santiago y que se extendió a otras ciudades «fue la antesala de una especie de revolución» impulsada por el Partido Comunista.
«Estoy trabajando firme para que gane el Rechazo»
Kast recalcó que, tras lo ocurrido el 18-O, manifestó su apoyo al Gobierno, respaldo que mantuvo hasta el 15 de noviembre, cuando se firmó el Acuerdo por la Paz Social y Nueva Constitución.
«Nosotros no estamos de acuerdo con ese acuerdo de paz porque es fruto de la violencia extrema», enfatizó.
En cuanto al Plebiscito del próximo 25 de octubre, afirmó que trabaja firme para que gane el Rechazo.
Sin embargo, señaló que respeta la democracia y en caso de ganar el Apruebo impulsará a asambleístas del Partido Republicano para que lleguen a la convención.
«Dentro de la convención vamos a discutir desde una posición clara lo que nosotros queremos, que es lo que le ha faltado a este Gobierno».