¿Cuáles son las debilidades ─»Talones de Aquiles», como las llama Nicolás Monckeberg─ que el Estado debe abordar en materia laboral?

Precisamente, el jefe de la cartera de Trabajo y Previsión Social hizo un completo análisis sobre la actualidad chilena en dicha materia, durante la Mesa Redonda: «Nuevo Mundo del Trabajo».

«Los nuevos empleos están creciendo […] Se están creando más empleos que los que se destruyen«, destacó Monckeberg.

Durante este evento, organizado por el Círculo de Personas de ICARE, el ministro hizo especial énfasis en dos acciones que buscan reforzar y beneficiar a todos los que forman parte del sistema de trabajo en Chile: el proyecto de ley de Modernización Laboral y la reforma del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence).

¿Por dónde deben empezar los cambios?

En su intervención, Monckeberg resaltó que desde 2018 se han creado unos 175 mil puestos de empleo.

«Hemos sido consistentes y se rompió una tendencia que traíamos en la creación de empleos formales», aseveró.

Sin embargo, profundizó en aspectos de los cuales, desde su gestión y las políticas del Estado, deben hacerse cargo.

En ese sentido, el ministro destacó cuatro de los principales puntos débiles del mundo laboral en Chile:

-Participación femenina: el promedio de mujeres en el mundo laboral es de 52,3% (60,1% en países de la OCDE).

-Participación juvenil: el promedio de jóvenes en el mundo laboral es de 28,3% (41,6% en países de la OCDE 41,6%).

Cabe destacar que en Chile la tasa de informalidad en el trabajo de los jóvenes es de 34%.

-Baja calificación: Chile ocupa el último lugar de la OCDE en el ranking de condiciones y habilidades para el trabajo.

-Baja productividad: Chile está en el penúltimo lugar de productividad en el empleo en la lista de la OCDE.

Dicho listado considera el PIB por hora trabajada, entre las naciones que forman parte del organismo internacional.

Sence: «Una institución protagónica»

Enfocado en estos puntos, Monckeberg planteó una serie de oportunidades que surgen para corregir las debilidades del escenario laboral chileno.

«Tenemos que ser capaces de mostrar un camino […] Ser el país donde se construyan los empleos del futuro«, aseguró.

Al mismo tiempo, el ministro apuntó a un conjunto de políticas que actualmente se están impulsando, como el proyecto de Ley de Sala Cuna Universal, el proyecto de Ley de Trabajo a Distancia y algo que calificó de «fundamental», como la reforma del Sence.

«El Sence tiene que ser una institución protagónica en la preparación de los trabajadores, ante estos cambios bruscos que se están produciendo en el mundo del trabajo», aseveró Monckeberg.

Al respecto, agregó que quieren un Sence con efectos «en la empleabilidad y el incremento de remuneraciones» de los trabajadores.

Modernización laboral: ¿cómo revertir la rigidez del sistema chileno?

Monckeberg también dedicó parte de su intervención al proyecto de Ley de Modernización Laboral, destacando que «una regulación rígida no permite adaptarse a los cambios».

Recalcó que la flexibilidad laboral impacta en la productividad y ahondó en tres de los ejes de este proyecto:

Primer eje: Jornadas laborales adaptables para una mejor calidad de vida.

Segundo eje: Normas para nuevos empleos del siglo XXI.

Tercer eje: Un mundo laboral más inclusivo.

Según índices de la OCDE, Chile es uno de los seis países más rígidos en regulación laboral y «es una realidad de la cual tenemos que hacernos cargo», apuntó Monckeberg.

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